Postergar… una palabra que hace unos años era desconocida para mí, pero desde hace unos años para aquí, es el nombre de mi mayor enemigo (anteriormente también era mi enemigo, únicamente que desconocía dicho término).
Nuestra mente tiene tendencia a postergar, a ponernos en modo de ahorro de consumo energético. A no hacer ningún esfuerzo ni físico ni mental, sin ser necesario. Y a no exponernos a ningún tipo de riesgo. Esta claro que es más fácil sentarse en el sofá a ver Netflix, o lo que sea, con un refresco al lado, que no salir a correr, o simplemente empezar a hacer aquella dichosa tarea que sabemos que tenemos que hacer, pero nos da un palo enorme.
Y así vamos pasando los días, evitamos salir a hacer aquella actividad física que tenemos que hacer, dejamos para “mañana” (semana que viene, o mes que viene) aquello que sabemos que debemos hacer.
Que ocurre cuando postergamos
Cuándo postergamos, a parte de que aquello que debemos hacer, y no hacemos, no se hace. También el mensaje que nos estamos mandando a nosotros mismos, es que somos así, y lo acabamos interiorizando aunque no nos percatemos de ello. A parte de que nos va a generar frustración por ver como pasa el tiempo, y no logramos aquello que realmente queremos conseguir.
Como dejar de postergar
No es nada fácil, lo sé, pero empieza a hacer, empieza a accionar. Es la única manera de dejar de postergar. Tomar acción masiva. Imagínate lo bien que te vas a sentir, cuando logres hacer aquello que sabes que tienes que hacer, y no has hecho, por ir dejándolo durante horas, días, semanas, meses, incluso años…
Vas a sentir una gran liberación al completar aquello que te daba tanto palo, pero debías hacer, y no hacías… Te aseguro que el esfuerzo, valdrá la pena.
Photo credit:
seaternity
Fecha: 25/04/2019