Como es sabido, los inicios siendo freelance no son nada fáciles. A decir verdad, en general, ser freelance no es fácil, aunque tampoco nadie nos dijo lo contrario.

En este post quiero compartir algunos trucos que he estado aplicado, o sigo aplicando desde que soy freelance.

Consejos a tener en cuenta antes de ser freelance

Algo que me ha ocurrido a mí, e incluso también a freelances que conozco. Normalmente, cuando estamos pensando en dar el salto a ser freelance, es porque ya tenemos algún o algunos clientes… En mi caso, empresas en las cuales he trabajado anteriormente, que como conocen tu forma de trabajar, y deciden seguir trabajando contigo. El caso, es que NO es recomendable, dejar tu empleo, para ser freelance si todavía no tienes clientes.

Una vez tienes varios clientes, con un cierto volumen, y de forma constante, es el momento de plantear dejar el empleo para ser autónomo. Aquí una de las cosas, es haber ahorrado una cierta cantidad de dinero previamente. Un dinero que te permita pasar algunos meses sin ingresos, o con ingresos algo escasos. Ya que los inicios no son nada fáciles.

Otro consejo, es que si se dan las condiciones anteriormente citadas, y tienes la oportunidad de rescindir tu contrato… hazlo!
En mi caso, tuve la fortuna, de que mi empresa me cambiaba las condiciones laborales (horario) de forma desfavorable hacía mi persona. Cosa que solicité que me lo dieran por escrito, para así poder rescindir el contrato, y poder capitalizar el paro. Y así poder invertir el dinero del subsidio en material para la empresa que vas a crear.

Yo no me hago responsable del consejo de capitalización, ya que puede variar en función del año, leyes, comunidad autónoma… Antes de capitalizar el paro, o dejar tu trabajo, vale la pena que pagues a un gestor y que te asesore de forma correcta.

Consejos para cuando ya eres freelance

Una vez ya eres freelance, tienes que convertirte en un autentico ahorrador. En estas líneas te voy a explicar como gestiono yo mi propio dinero. A nivel personal, tengo una cuenta bancaria. A nivel de freelance, tengo 2 cuentas bancarias, una donde los clientes abonan las facturas, y pago yo los gastos de empresa. Y otra cuenta dónde guardo tanto el IVA como estimación de IRPF que realizo sobre las facturas que facturo.

Es decir, a nivel de empresa cada vez que un cliente realiza el pago de una factura. Transfiero la cantidad del IVA a una cuenta reservada para el pago de impuestos, y adicionalmente también guardo en dicha cuenta, un 30% en concepto de estimación de IRPF. Se que esta cantidad es elevada, pero el ahorrar para impuestos más cantidad de la que realmente hay que pagar, te permite estar más tranquilo de cara a los cálculos trimestrales de tu gestor.

Otro consejo a nivel económico, es que independientemente de que un mes haya trabajado 80 – 100h en toda la semana… Me pago lo mismo, NO me pago ni horas extras ni nada similar… intento pagarme un salario normal, digno, que me permita pasar el mes justo. Todo eso independientemente de las horas de trabajo, ni de que ese mes haya facturado varios proyectos… Eso me permite ahorrar, y si ese mes he facturado más dinero, que el que me pago a mi mismo como nomina, me permite tener la tranquilidad, que si en futuros meses, no percibo ningún abono de factura, si podré abonarme mi humilde nomina. Recuerda que los inicios no son faciles, y tienes que estirar al máximo todo el dinero del que dispones.

Seguramente en un futuro seguiré compartiendo nuevos consejos.

Photo credit: bluesbby

Cuando eres freelance, lo más habitual es tener varios clientes. También es muy habitual tener momentos donde dos o más proyectos distintos coinciden en el tiempo. Esto sumado a que también te puedes encontrar con plazos de entrega bastante justos.

Todo ello hace que pueda ser la receta perfecta para el caos… Y es aquí donde la organización ha de reinar en todo momento. Principalmente para poder llegar a todas las entregas, con tiempos suficientes para las pruebas y correcciones (si las hubiera). Y todo ello, sin perder la calidad. Hacer las cosas primando la calidad, y el trabajo bien hecho.

El cliente muchas veces da por sentado, que la calidad va a premiar. Aunque lamentablemente, en muchas ocasiones el cliente no dispone de los conocimientos mínimos, de programación. Y acaba recibiendo un trabajo desastroso. Personalmente he trabajado en empresas donde por parte de los trabajadores y/o empresarios, solo se primaba el entregar la tarea, con la calidad justa visible para el cliente, pero un verdadero desastre de código…

Esto más tarde o más temprano, el cliente acaba dándose cuenta… el cliente no acaba para nada satisfecho, y obviamente, el freelance o empresa de desarrollo, acaba perdiendo el cliente. Y siendo realistas, uno cuando trabaja en este tipo de condiciones, donde no se premia la calidad, tampoco se siente satisfecho de aquello que ha entregado… Te sientes que estas engañando al cliente (experiencia propia en alguna empresa donde he trabajado como empleado, y el jefe priorizaba el dinero por delante de la calidad).

La importancia del trabajo bien realizado

Una de las “máximas” que aplico en mi día a día, es el trabajo bien realizado, o lo mejor posible. Es decir, hacer la faena, como si fuera a ser para mí mismo. Esta claro que conozco muchos atajos, para poder hacer la faena de forma rápida, pero dejando de lado la calidad. Pero no va conmigo el hacer las cosas de cualquier manera. Prefiero dedicar a cada tarea, el tiempo que esta requiere, incluso a veces, sí es viable y factible a nivel de tiempo, dar un par de puntos más de calidad.

¿Resultado? Unos proyectos entregados a buen nivel de calidad. El cliente ve que aquello que había solicitado, es lo que se le entrega, incluso con algún añadido adicional. La programación funciona perfectamente, sin necesidad de solicitar correcciones, o si las necesita, estas son mínimas. Y el cliente obviamente, acaba repitiendo, porque al final lo que el cliente quiere, es un trabajo de calidad, y no de cualquier manera. Ya que tiene la percepción de que se ha trabajado para aportarle aquello que había solicitado, y no algo justo, solo para poder cobrar la factura…

A parte de la repercusión del trabajo bien hecho. A uno mismo, le genera una gran satisfacción. Te sientes plenamente realizado, e independientemente de que vayas a recibir un dinero a cambio de tu trabajo… Te quedas satisfecho de la faena que has realizado, sabes que has hecho un buen trabajo, y que al cliente le has entregado un trabajo de calidad.

Y honestamente, esta satisfacción del trabajo bien realizado, es la que me empuja cada día a seguir haciendo mi trabajo lo mejor posible.

Photo credit: Mario Antonio Pena Zapatería

Hoy es un día de celebración… Llevo exactamente 90 días sin fumar, ni vapear. Ni una sola calada…

No ha sido la primera vez que trato de conseguir esta «hazaña» (por así nombrarla…). Desde hace varios años, he intentado dejar de fumar. Una de ellas logré estar más de 3 meses sin fumar (pero vapeando líquido con nicotina). Esta vez han sido 90 días completamente limpio de nicotina.

Ahora que miro atrás con perspectiva, la verdad, que no ha sido para tanto. Pensé que iba a ser mucho más difícil… Pero es más mental que otra cosa.

Como dejar de fumar

Tal y como me había informado a través de diferentes fuentes. Los 3 primeros días, son la clave. El famoso «mono» hará de las suyas, todo para conseguir que fumemos un cigarrillo… Pero como comentaba anteriormente… todo es más mental que otra cosa.

En el momento que te «vienen» esas ganas de fumar, solo debes aguantar 2 – 3 minutos. Pasados esos minutos, las ganas de fumar, han desaparecido.

Otra de las cosas que ayuda a dejar de fumar, es recordarte a ti mismo constantemente, porque lo estas dejando… Desde hace decenas de años, se sabe que el tabaco y sus componentes son cancerígenos, y que no hacen ningún bien a nuestro organismo. Por no contar el alto coste económico que supone ser fumador. Recuérdatelo antes de ir a por ese cigarrillo.

También tienes que ser consciente de los auto – engaños… No lo dejes progresivamente, no utilices parches de nicotina, ni chicles, ni pastillas!! Saca la nicotina de tu vida!

Desde los primeros días que dejas de fumar, tu cuerpo empieza a recuperarse, y poco a poco, vuelves a poder respirar mejor, a disfrutar del autentico sabor de los alimentos, a hacer deporte sin ahogarte…

Y no te preocupes, con las semanas, sin tal siquiera darte cuenta, ya olvidas ese cigarro de antes o después de comer, o el cigarro mientras te tomas una refrescante cerveza en la terraza… tu organismo te lo agradecerá! 🙂

Photo credit: Anastasia Massone

Motivos por los cuales no ser empleado

En muchísimas ocasiones me he propuesto hacer deporte. Natación, running, incluso ir al gym. He empezado muy motivado, con mucha ilusión. Y por un motivo o por otro, lo he acabado dejando. Alguna vez por lesión, alguna vez por cambios importantes en mi vida…

La cuestión es que no ha sido algo que perdurará en el tiempo más de un año. Principalmente me daba pereza, no tenía la motivación necesaria para adaptar el habito en mi rutina diaria, o mínimamente semanal.

Desde hace unos meses, desde Enero creo, llevo haciendo deporte prácticamente todas las semanas, y prácticamente todos los días. Excepto aquellos días en los que he estado lesionado, descanso físico, o algún día puntual de forma excepcional. Y es que creo haber dado con la motivación clave. Al menos mi motivación clave.

Fijarse una meta motivadora

Salir a correr, simple, única y sinceramente por salud. Sí, sé que suena a tópico, y siendo realista, esta frase ya me la he dicho a mí mismo anteriormente, en repetidas ocasiones. Pero esta vez va en serio… En Enero tomé la decisión radical, de tener una vida más sana en todos los aspectos. He dejado las bebidas energéticas, intento comer cada vez menos comida basura, intento comer cada vez más sano, madrugo más que nunca (para ser más productivo), y por su puesto el cambio más radical que he tomado, he dejado de fumar y he dejado de vapear.

A finales de 2018, conocí por YouTube a Isra García. Gran persona, que su estilo de vida, me ha sentido hecho perseguir cada vez más, y cada vez con más intensidad, a un estilo de vida totalmente sano y pleno. Una vida en busca de ser mejor versión de mí mismo. Y ese es el camino que cada día intento caminar.

Al interiorizar de forma honesta, el querer vivir con este estilo de vida. Me esta haciendo hacer más fácil el salir a hacer deporte, haga frio, calor, este cansado, o me de pereza… Porque no lo hago por estar en forma, no lo hago por un motivo X. Sino que lo estoy haciendo por el mejor motivo y honesto que podría hacerlo… Por salud, y esta vez única y sincera.

Uno de los aprendizajes que me aportaron los campeonatos de diseño y programación Web, en los que competí en el 2011… Fue el de trabajar bajo presión, pero no trabajando bajo presión sin más. Sino trabajar que dicha presión erradicaba en realizar ciertos trabajos en concreto, en un tiempo muy inferior a lo estandarizado. Ahora mismo, no sabría decirte exactamente los tiempos que se proporcionaban, ni el tiempo real que llevaría hacerlo en unas condiciones normales. Pero sí sabría decirte, que para completar de forma correcta, unas tareas, que en tiempo de trabajo en un puesto de trabajo, serían de 16 horas a un ritmo «normal», tal vez disponíamos de 6 horas para realizarlas.

Además la presión añadida de tiempo, te hace más propenso a cometer errores. Y el ver que van pasando las horas, y ver que no vas a llegar a completar las tareas. Dentro del periodo de tiempo designado, te va comiendo por dentro a bocados…

Experimentado en campeonatos

Tuve la oportunidad de experimentarlo en 3 campeonatos distintos: CatSkills 2011, SpainSkills 2011, WorldSkills 2011 London. El primero de ellos fue una competición que duró toda una mañana, pero los 2 siguientes, fueron campeonatos de cuatro días de duración cada uno de ellos. Los días divididos en dos: mañana y tarde.

En el campeonato a nivel estatal, disponíamos desde el primer día del enunciado completo, y podíamos ir avanzando fases, a raíz que íbamos avanzando, sin tener ningún limite en ir avanzando días de trabajo. Sin embargo a nivel mundial, cada día y cada división de tiempo de trabajo, disponíamos de un enunciado, y unas tareas a completar.

Una de las claves fue, tratar de ser lo más organizado, dentro de las posibilidades. Buscando completar aquellas tareas que más puntos ofrecían, y me parecía que podía completar en menos cantidad de tiempo. Otra de las claves… obviar el entorno, estábamos constantemente siendo observados, como si fuéramos monos de feria. Teníamos constantemente gente a nuestro alrededor observándonos. Gente que trataba de hablar contigo. Olores que llegaban de otros puestos de trabajo como cocina. Ruidos de chapa y pintura… Así que me limitaba a escuchar de forma continuada y en bucle el mismo CD de música.

Bajo presión, más producción, pero…

Lo sorprendente aquí, es que tanto a nivel estatal, como nivel mundial. A pesar de disponer de menos tiempo del realmente necesario. Me aproximé bastante a completar toda la tarea, (al igual que otros participantes)… Es decir, es totalmente factible, hacer el trabajo en menos tiempo de lo normal. Aunque esto pueda afectar substancialmente la calidad.

Otro de los aprendizajes fue, que a pesar de ser factible lo anterior… todo tiene un precio, y es que a pesar de que las jornadas de competición no eran superiores a 8h. Al finalizarlas, y relajarme; mentalmente me sentía devastado. Con lo que mi conclusión es que trabajar bajo presión, produciendo más, si es factible, pero no se puede mantener en el tiempo. Al menos al ritmo de competición…

Es una las reflexiones, que he extraído, a base de meditar sobre ello. Sobre traer el ritmo de competición a la jornada de trabajo real.

Como aclaración final, me gustaría aclarar, que no estoy para nada a favor de la sobre presión a los trabajadores. Esta claro que bajo presión controlada y sin exceso, somos capaces de producir más. Pero no debemos olvidarnos, que cada uno tiene sus limites, que todos somos humanos, y que nadie tiene el derecho de sobre explotar a nadie, aunque seas su jefe…

Photo credit: Anoop Kumar

Tanto como empleado, como estando de freelance, los clientes te solicitan todo tipo de ideas. Desde las ideas más sencillas y factibles, como las más descabelladas que podrías imaginar. En mis más de 15 años como programador, he visto prácticamente de todo…

Las cosas que carecen de lógica, o que a simple vista ya se ven que son imposibles, se descartan al momento. Pero no estoy hablando de esto… Aquí estoy hablando de las ideas que un cliente solicita, y en ese preciso momento, desconocemos la posibilidad de materializarla. En estas situaciones de desconocimiento, puedes actuar de dos formas totalmente distintas. Una es tirar pelotas fuera, y excusarle al cliente con que es imposible, es muy costoso, etc… Parece algo ilógico o irreal, pero créeme, que he estado en reuniones donde por no decir un «desconozco si es posible», se le ha cerrado al cliente la posibilidad de continuar con dicha idea…

No digas no por ignorancia

Luego esta la opción que siempre escojo… En las ocasiones donde desconozco la posibilidad o viabilidad de alguna idea, realmente soy honesto, le comento a mi cliente que desconozco si hay opción u opciones, pero me comprometo a investigar sobre este asunto. Luego después de reunirme con el cliente, dependiendo de la urgencia y la carga de trabajo, estudio justo después o en los días siguientes, las diferentes opciones. Para luego poder comunicarle a mi cliente, y poder realizarle una propuesta, en referente a la idea aportada y las opciones reales existentes.

Parece una cosa muy obvia, pero es algo que me ha parecido interesante comentar. Por la cantidad de veces, que he visto a supuestos profesionales, hacer explotar burbujas de ideas a clientes… Cuando realmente siendo plenamente sincero al cliente, le estas demostrando honestidad y humildad, a la vez de profesionalidad, y que te preocupas por materializar sus ideas… A la vez de que, todo el mundo quisiéramos tener alguien así en nuestro equipo.

Photo credit: Henry Burrows

Voy a compartir contigo, un truco, para lograr aquello que deseas. Perseverancia, día a día. Lo siento, no hay atajos…

A pesar de que considero, que todavía me quedan muchas cosas por lograr… A día de hoy, mirando atrás con perspectiva, o incluso no tan atrás, a día de hoy. He logrado muchos triunfos, a veces triunfos que me han costado meses e incluso años, y algunos tal solo horas. Desde conseguir solucionar un simple problema desconocido, de programación; hasta vencer en el campeonato nacional de FP, de diseño y programación Web. Hay una cosa que tengo clara, en la receta para conseguirlos, siempre hay un ingrediente común, la perseverancia.

Ponte en situación… Estas intentando programar algo con una librería nueva, y no sabes porque, pero no te funciona. Has revisado el código varias veces, y ya has buscado en la documentación, Stack Overflow, Google… aquí amigo/a, tienes dos opciones. ¿La fácil? Dejarlo estar… pensar que vaya mierda, que no funciona eso que dice en la documentación, además nadie ha preguntado por ello, ni nadie ha explicado un cómo solucionarlo. Si tomas la decisión fácil, déjame decirte una cosa… Mejor ni empieces, ¡abandona ya!, antes de empezar, total, tarde o temprano, te irás topando con situaciones de este tipo, y si vas a reaccionar así… ¿que pretendes lograr?, ¿Algo mediocre?, Así únicamente no vas a aprender nunca, ni vas a llegar más allá de la esquina de tu calle…

Persevera, independientemente de la excusa que quieras poner

La difícil, o mejor dicho, la correcta… Vuelve a la situación anterior… pero esta vez plantéate, no parar de intentar, hasta encontrar solución al problema, y no me vale un, es que ya llevo 4 horas y nada… ¿Me tomas el pelo?, ¿Nada?, ¿No has podido revisar las funciones has ido «llamando», estas a ver qué es lo que hacen, a qué métodos o clases llaman?. Es que claro… la clase tiene 50.000 líneas de código… muy bien… y dónde esta el problema? Si hace falta, te vas apuntando en un papel todo aquello que ya has revisado, lo que has averiguado de cada una de las partes por donde va pasando. Pero hazlo bien, que nos conocemos… No hagas la visita del médico en todo aquello que revises, porque adivina qué… Tampoco te va a servir de nada, si no te enteras de lo que estas revisando…

¿Llevas varios días o semanas, y todavía nada? Enhorabuena, cada minuto que le dedicas, estas más cerca de conseguirlo. A parte de que estas cogiendo una buena dinámica… por no hablar de todo lo que estas aprendiendo…

¿Creías que nací con el don de la programación? Pues no… nací con ganas de hacer cosas, pero hacerlas de verdad… por eso siempre he perseverado, y sigo haciéndolo… Hay cosas que me han costado semanas conseguir, pero la perseverancia, me llevo a conseguirlo inevitablemente… ¿Los campeonatos…? Adivinas bien, también tuvo mucho que ver mi perseverancia… pero eso dará para otro post… Hasta entonces… te animo a perseverar en aquello, que sabes que tienes que perseverar y no lo haces…

Photo credit: sixpee2013

Desde hace varios años, he dejado de utilizar la redes sociales. No es que tenga nada en contra de ellas. Ni tampoco digo, que puedan llegar a ser de utilidad, o productivas, para muchos de vosotros.

Los principales motivos que me llevaron a dejar las redes sociales. Fueron principalmente, porque estas son bastante adictivas, y para mi estaba siendo un agujero negro de tiempo… Y no es percepción propia únicamente, incluso en los últimos años, se han llegado a realizar estudios, sobre las veces que abrimos las redes sociales al día, y el tiempo que pasamos en ellas… los resultados son escandalosos.

Las redes sociales, bienvenido/a a la gran mentira

Por si fuera poco, el tiempo que pasamos en las redes sociales, en la mayoría de los casos es una herramienta para alimentar ego. La gran mayoría de personas, publicando el plato de comida que se van a comer, lo bien que lo están pasando en su viaje, o esa cosa tan chula que se acaban de comprar… Todo cómo no podía ser de otra manera, con la intención de conseguir un puñado de likes y/o comentarios… Y si por lo menos se fuera real con lo que se llega publicar… Claro, no vas a publicar que te has discutido con tu pareja, o cualquier cosa similar que te avergonzaría compartir, claro eso no mola… Mejor publicar tu vida falsa.

Y por si fuera poco, seamos sinceros. Cuanta gente hemos tenido como amigos en Facebook (o similares), y no conocemos de nada, ni vamos a conocer jamás… en realidad queremos dedicar nuestro tiempo, nuestro bien más valioso, a ver que esta haciendo (además falsamente) gente que ni conocemos…

Está más que demostrado, que las redes sociales, nos acercan a aquellos que tenemos lejos, pero nos alejan de aquellos que tenemos cerca. La de veces que he visto parejas comiendo o cenando, en un restaurante, y uno de los dos, o los dos, continuamente pendiente del móvil, y pasando por completo de la persona que tiene delante…

Desde aquí lanzo te una pregunta, ¿Te vale la pena, pagar este precio?

Para concluir, quiero dejar claro, que no estoy en contra de las redes sociales. Únicamente que hay que saber utilizarlas con moderación, y de manera responsable. Yo por mi parte, voy a seguir sin utilizarlas, al menos personalmente, ya que no descarto utilizarlas como medio de marketing, ya que para esto, son realmente muy buenas herramientas.

Photo credit: Tanja Cappell